domingo, 11 de febrero de 2007

MANUEL RUANO

PARA CONFIARME A TU CUERPO


Para confiarme a tu cuerpo no fui ladrón ni verdugo,
tampoco un adicto que te regala versos, o finge
la locura más extraña;
ni un ángel fumador de opio en los arrabales de Alejandría,
que se refleja cada tanto en tus sueños...
Para confiarme a tu cuerpo por toda una eternidad,
fui contador de perlas en Macao, transmisor de sífilis
en Estambul,
cantor de tugurios como algo, creo, venerable;
acaso, un bebedor más viejo que Khayyam con su hetaira
más hermosa y sus velos sensuales.
Para confiarme a tu cuerpo, fui desvergonzado estafador
en Rímini,
divulgador de historias en Bogotá que anduviera
por carne semejante...
Fui buscador como el que más del metal sagrado que hay
en la apestosa muerte.
Nada más que para confiarme a tu cuerpo.

(Mirada de Brueghel, F.C.E., México, 1990)

ooooOoooo

No hay comentarios.: