martes, 1 de mayo de 2007

MIGUEL CULACIATI

Albedrío



la tarde
cae oblicua
a la orilla del camino

cae oblicua
al invierno
al cielo
mismo

y yo no sé
que hago aquí
no recuerdo
porqué
tiemblo.



ooooOoooo




Soleados

I

la protección ambarina del Sol
abre sus alas

sube
por los murmullos de la siesta

bendice
la delgadez del aire.




ooooOoooo



Ecos

cuando en la
ciudad
te veo así perdido
niño
así mis pasos
dejan de pesar
porque llega ese
viento
que me desnuda
siempre
entonces los pasos
se hacen
saltos
- inmensos -
y otra vez
soy un
náufrago
urbano
enfermo

en desamparo.




“Tierra Prometida”
Ed. Los Lanzallamas

1 comentario:

Gustavo Tisocco dijo...

Muy buenos poemas, placer da leerlos.
Un abrazo Gus.

http://poemasdegustavotisocco.blogspot.com