domingo, 6 de junio de 2010

VILMA LILIA OSELLA



Para vos, Ana Gabriela


Danzaba la luna.
Escogió el cielo de Buenos Aires
para alumbrar las calles
y las plazas. Y en su baile celeste
esperó al sol
que doró el cielo
asomado a mi balcón.

En esa danza primaria
los dos me pidieron un
nombre. Les dí el tuyo Ana
Gabriela.

La luz deseaba cantarle al cielo
y la madrugada fue un teclado
de luces rojas azules blancas
donde se leyó en la partitura
que abarcó toda esta ciudad
un tiempo de seda que te evoca

y habita las calles y las plazas.
Estás aquí Ana Gabriela
en Buenos Aires
con tu sonrisa
activando mis días.

Mientras los pájaros cantores
ensayan la melodía ofrecida
y la mañana despereza
su agitada propuesta

una oración brota de mis labios
y sé que somos dos en la búsqueda
de la Gracia en el derrame
del implacable almanaque.
Y exultantes de Gozo
veremos nuestro rostro bendecido
reflejarse en el espejo de la tarde.

-Buenos Aires-

1 comentario:

Juan Carrizo dijo...

Ha sido un deleite leer tu poema Vilma,tiene versos significativos y una dedicatoria magnifica