VISIÓN CAMPESTRE
Hay palmeras
y el clarín de guerra
que rompe en anaranjados
su esplendor en flor.
Y enredaderas más verdes aún
remanso del alma.
Una ventana un marco verde
y una cortina a cuadros
que luce sus blancos y rojos
ribeteada en pleno punzó.
Y sin embargo llueve
en la inmensa soledad
del campo.
Y sin embargo escucho
al ruiseñor y el chorlito
que engaña con su canto
para que nadie descubra
la libertad de sus huevos
puestos al sol.
Nada ni nadie
puede borrar el canto
de los ángeles
que habitan
en la profundidad de mi alma
que te busca te reconoce
te siente
como
al Único Señor del Universo.
-Buenos Aires-
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